Con 12 años de edad Lydia Sebastian ingresó en Mensa, la asociación internacional que sólo recibe miembros superdotados donde obtuvo la máxima calificación en el test de admisión, versión del test Cattel III B, situación que solo ocurre en el 1% de quienes presentan el examen.
El exámen presentado por la joven fue creado por el doctor Raymond B. Cattell con el fin de evaluar las habilidades cognitivas de una persona y conocer su nivel su inteligencia separándole de la influencia que pueda ejercer el entorno sociocultural en el que habita.
Esta prueba es la más común para medir el cociente intelectual, en la que han participado personajes de la talla de Albert Einstein o Stephen Hawking, que obtuvieron una puntuación de 160; Lydia, los sobrepasó respondiendo correctamente a la totalidad de las preguntas realizadas en el examen alcanzando la calificación máxima de 162, lo que la convierte en parte del selecto club de superdotados que representan el 2% de la población con mayor cociente intelectual.
Para presentar dicho test, la joven estuvo preparándose arduamente durante todo un año, y según declaró al diario Daily Gazette, fue muy sencillo de resolver: “Al principio estaba muy nerviosa, pero cuando empecé me pareció mucho más fácil de lo que pensaba y me relajé”.
Sus padres, anonadados con el resultado anotaron que “Estuvo hablando sobre el examen todo un año” y que “Cuando escuché que había logrado la máxima puntuación quedé impresionado, al igual que mi esposa”.
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